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Jordi Savall dirige «Don Juan» y «Sémiramis» en el Liceu: Una inmersión en el espíritu de Gluck a través de la danza.

21/03/2025

El Gran Teatre del Liceu acogerá, del 23 al 29 de marzo, una de las producciones más esperadas de la temporada, con el maestro Jordi Savall al frente de Le Concert des Nations. La formación interpretará la música de dos de los títulos más emblemáticos de Christoph Willibald Gluck, Don Juan y Sémiramis, en una puesta en escena del Ballet du Capitole de Toulouse, con coreografías de Edward Clug y Ángel Rodríguez.

Para Savall, esta coproducción, fruto de la colaboración entre el Théâtre de l’Opéra National du Capitole de Toulouse y el Théâtre national de l’Opéra-Comique de París, representa una oportunidad única para explorar la modernidad y el poder evocador de Gluck en una propuesta multidisciplinaria. En palabras del propio Savall, «este proyecto era muy deseado y se ha hecho realidad gracias a la pasión por la música de Gluck, que va más allá de las convenciones de su tiempo y sigue sorprendiendo por su capacidad de emocionar».

El maestro destaca especialmente Don Juan, una obra que, según él, «captura la esencia del personaje con una música que combina momentos de sensualidad y libertinaje con un final dramático y espectacular». Savall considera que este desenlace es «uno de los más expresivos e impactantes jamás compuestos». En cuanto a Sémiramis, el director subraya la «tensión y la fuerza dramática» de la obra, explorada a través de la coreografía de Ángel Rodríguez.

Una de las novedades que Savall ha adelantado para Barcelona es la inclusión de la suite orquestal de Iphigénie en Aulide como «aperitivo musical», una pieza que incorpora los últimos compases orquestales de Wagner, influenciados por el estilo de Gluck.

El aspecto visual de la producción también ha sido cuidadosamente trabajado. Con 35 bailarines en escena, la directora del Ballet du Capitole, Beate Willack, considera un «auténtico privilegio» poder presentar esta producción en el Liceu, y destaca la importancia de trabajar con Savall y los coreógrafos para crear una propuesta cohesionada que trascienda las diferencias estilísticas entre las dos obras.

Con este proyecto, Jordi Savall y sus colaboradores no solo quieren revivir el legado de Gluck, sino también explorar las profundidades emocionales y dramáticas de su música a través del movimiento y la danza, ofreciendo al público una experiencia sensorial inolvidable en una de las salas más prestigiosas de Barcelona.