Joseph Haydn, Las siete últimas palabras de Cristo en la cruz

“Las siete últimas palabras de Cristo en la cruz» de Joseph Haydn, es una de las obras musicales más representativas del «Siglo de las Luces». Más de doscientos años nos separan de esa época y, sin embargo, su mensaje espiritual y su potencial expresivo conservan toda su vigencia y todo su poder sugestivo. La maravillosa luz que emana de cada una de estas páginas ha permanecido intacta gracias al genio creativo, a la riqueza interior y a la capacidad de simbolismo poético-musical del maestro de Esterházy. Siete movimientos lentos —ocho, si contamos también la *Introduzione*—, realizados con tal variedad de recursos en la invención musical, en los ritmos, en la dinámica, en las tonalidades, en la selección de los temas, y en una pintura sonora y expresiva excepcional, que uno pierde totalmente la conciencia de la sucesión de piezas de aspecto y dimensión muy similares. Pero, sobre todo, debe señalarse el factor esencial que otorga un valor completamente especial a este ciclo: el clima expresivo es constantemente de una intensidad y de un fervor supremamente emocionantes.

Así reflexionaba Jordi Savall sobre esta obra, que el propio autor consideraba profundamente expresiva y capaz de conmover incluso al auditorio menos dispuesto a emocionarse. Para preparar la interpretación de la obra, se llevó a cabo una pequeña academia de tres días de trabajo en Barcelona, y posteriormente se realizaron dos conciertos: uno en L’Auditori de Barcelona, España, y el otro en la Elbphilharmonie de Hamburgo (Grosser Saal), Alemania. Esta academia incluyó un total de 39 músicos, de los cuales 18 eran jóvenes músicos menores de 39 años.