Cuidamos tu instalación de autoconsumo

Recomendamos realizar una inspección preventiva al menos una vez al año.

Para las instalaciones más nuevas, aproximadamente entre tres y cinco años de vida útil, que estén sometidas a condiciones de funcionamiento estándar*, recomendamos una inspección anual para realizar las verificaciones preventivas para garanticen que no presenten desperfectos ni incidencias en la instalación.

Para instalaciones más antiguas o que trabajen en condiciones más exigentes, recomendamos mínimo dos visitas al año para poder hacer un seguimiento más constante, ya que las incidencias son más frecuentes y pueden derivar en problemas más graves.

En lo que se refiere al mantenimiento, las condiciones estándar son aquellas en las que la instalación no sufre o se encuentra sometida de forma constante a acciones que faciliten la aparición de daños o el desgaste prematuro de algún elemento.

Por ejemplo, se consideran condiciones no estandarizadas los siguientes casos:

• Instalaciones ubicadas cerca de cementeras o sitios con una gran cantidad de polvo.
• Instalaciones ubicadas en localizaciones con condiciones meteorológicas extremas como cambios drásticos de temperatura en un mismo día, lluvia con piedra que pueda dañar los módulos etc.
• Instalaciones que tienen cerca nidos de pájaros y aves que pueden dejar excrementos en los módulos y generar puntos calientes.
• Instalaciones cerca de zonas costeras, la sal y la humedad pueden dañar los elementos de la instalación más rápidamente que en zonas interiores.

Si no estás seguro de las condiciones en la que se encuentra tu instalación, consúltanos y te daremos la solución que mejor se adapta a tu instalación.

El mantenimiento preventivo es aquel que se realiza antes que aparezcan incidencias o daños en la instalación. Su función es detectar puntos críticos antes que puedan suponer un problema grave así como detectar aquellas incidencias leves que no se detectan a simple vista pero que pueden agravarse con el tiempo.

El mantenimiento correctivo es aquel que se efectúa una vez la incidencia ya ha sucedido. Consiste en la reparación de componentes dañados y la resolución de cualquier problema detectado.

Como sucede con el mantenimiento, la frecuencia recomendada para la limpieza de los paneles solares de tu hogar o negocio depende de varios factores, como la ubicación, el clima y el nivel de suciedad acumulada. En general:

• En zonas con alta acumulación de polvo, polen o contaminación: cada 4 a 6 meses.
• En áreas con lluvias frecuentes: anuales, ya que la lluvia ayuda a eliminar parte de la suciedad, pero la acumulación de suciedad en los marcos no se elimina simplemente con la lluvia y esto puede generar puntos calientes.
• Si hay acumulación de hojas, excremento de aves o residuos específicos: se recomienda una inspección más frecuente para evitar pérdidas de eficiencia e incluso daño permanente en los módulos.

Para asegurar el máximo rendimiento, es ideal combinar la limpieza con un mantenimiento preventivo anual que incluya inspección y análisis de producción.

La termografía es una herramienta de inspección a través de cámaras especiales para detectar fallos, defectos, puntos calientes y microrroturas que no se verían a simple vista. A través de este método podemos visualizar diferencias de temperatura en los elementos estudiados para identificar posibles problemas que afecten el rendimiento del sistema.

Esta herramienta permite detectar de forma prematura incidencias que no se podrían apreciar a simple vista hasta que su afectación a la instalación ya fuera grave.

Se recomienda incluirla en un mantenimiento preventivo una vez al año para asegurar el rendimiento óptimo. Además, es aconsejable realizar esta inspección luego de eventos climáticos extremos como granizadas o fuertes vientos, o si notas una reducción en la producción energía.

El análisis de termografía se realiza juntamente con la visita de mantenimiento preventivo, consiguiendo así una doble verificación. Primero se comprueba el estado de los diferentes elementos in-situ, y después se estudia desde la oficina para asegurar que no haya ningún fallo que no se haya detectado a simple vista.

Cada instalación fotovoltaica se adapta a las necesidades particulares de tu hogar y negocio, por lo que el plan de mantenimiento se adapta a las necesidades concretas de tu instalación. Gracias a nuestra amplia experiencia con instalaciones de diversas características, diseñamos tres planes de mantenimiento estándar que agrupan las necesidades de tu instalación a lo largo de los años.

Para particularizar vuestro plan, tenemos servicios adicionales de limpieza y termografía para elegir la combinación que creáis más conveniente.
Podréis elegir el que más os convenga y, adicionalmente, nosotros os podemos asesorar para saber cuál cubre mejor las necesidades particulares de vuestra instalación.

IMPULSO BASIC: orientado a las instalaciones más nuevas que trabajen en condiciones estándar y no requieran de un mantenimiento exhaustivo. Es el mantenimiento mínimo que garantice un correcto funcionamiento y te aporte una visión global de la producción.

IMPULSO PLUS: orientado a aquellos casos de los que desean realizar un seguimiento más cercano a la instalación, prevenir incidencias con mayor antelación y poder reaccionar rápidamente en caso de que ocurran. El mejor plan si quieres estar al día con tu instalación sin complicaciones.

IMPULSO MAX: el plan más exhaustivo que ofrecemos, haciendo énfasis en los detalles más pequeños para tener toda la información de lo que sucede con la instalación. Visitas e informes más continuos y con un mayor grado de detalle. Se incluye también una visita de termografía.

Los informes de producción ayudan a visualizar, en forma de datos, cómo se está comportando vuestra instalación.
Por un lado, se analiza la producción de la instalación, comprobando que esté generando acorde a los datos previstos y con respecto a años anteriores, así como también se estudian los motivos por los que no se obtienen los resultados esperados en caso de que suceda.
Por otro, te explicamos cómo se reparte tu energía, qué volumen se destina a autoconsumo y cuanto inyectas a red. De este modo, lo sabrás todo acerca de tu consumo.

Sí, ofrecemos análisis de rendimiento independiente. Contáctanos para más detalles.

No, no son lo mismo. La garantía tiene que ver con la reparación o reemplazo de equipos por mal funcionamiento de fábrica o errores de instalación. Las instalaciones realizadas por Impulso Solar tienen garantía de 10 años en el caso de los módulos fotovoltaicos. Los inversores cuentan con 2 años que pueden ser ampliables si se desea, las instalaciones tienen 2 años de garantía y 25 años de producción, aunque este plazo puede extenderse si así se acordó.
Por otro lado, el mantenimiento preventivo consta de la inspección a largo plazo de la instalación fotovoltaica, en función de las necesidades se realiza con mayor o menor frecuencia, pero su objetivo es adelantarse a las posibles incidencias que se generen por el paso del tiempo. Si quieres conocer más sobre estas diferencias, te invitamos a leer nuestra ImpulsoTeca que detalla más sobre este punto.