MR. DE SAINTE COLOMBE LE FILS Pièces de Viole
Jordi Savall
21,99€
Agotado
Reference: AV9827
- Jordi Savall
- Jean-Pierre Marielle, Récitant
Si el nombre de Sainte Colombe el Padre es familiar para los amantes de la música –gracias a su resurrección en Todas las mañanas del Mundo y al vasto repertorio grabado por Jordi Savall-, las informaciones biográficas que conciernen a su hijo son muy pocas. Se encuentra la huella de Mr. de Sainte Colombe el hijo (ca. 1660 – 1720 ?) en Inglaterra donde se estableció, sin duda a la muerte de su padre en 1701; enseñó viola en Edimburgo en 1707 y dio un concierto en Londres el 14 de mayo de 1713.
La familia Sainte-Colombe, víctima hoy de su discreción –ya que, a pesar perseverantes investigaciones, todavía existen dudas sobre la información obtenida–, nos ha dejado, afortunadamente, unas páginas musicales admirables, todas manuscritas, descubiertas a lo largo de los últimos años.
Sainte-Colombe, inmortalizado para siempre por Jean-Pierre Marielle en la película Todas las mañanas del mundo, no es exactamente como se creía. No hace mucho se ha encontrado el rastro de Sainte-Colombe hijo nada menos que… en Inglaterra.
Por lo que sabemos hasta hoy, parece ser que la familia era originaria del sudoeste francés. El padre se llamaba Jean y pasó casi toda su vida en París. Él fue alumno de Nicolas Hotman y, más tarde, muchos fueron sus discípulos: Pierre Méliton, Jean Desfontaines, Jean Rousseau (que le dedicó su Traité de la viole en 1687), Danoville (que calificó a su maestro de «Orfeo de su época» en su Art de toucher le dessus et la basse de viole del mismo año), y, en especial, Marin Marais, de quien Titon du Tillet nos relata una historia maravillosa en su Parnasse François de 1732: «Cuando, al cabo de seis meses, Sainte-Colombe se dio cuenta de que su alumno podía ser mejor que él, le dijo que ya no tenía nada más que enseñarle. Aun así, Marais, un apasionado de la viola, quiso seguir aprendiendo de los conocimientos del maestro para perfeccionar su técnica. En verano, Sainte-Colombe se encerraba en una pequeña cabaña de madera que había construido sobre las ramas de una morera en el jardín para tocar la viola tranquilamente y sin que le molestaran. Marais, que podía acceder sin problemas a la casa, se deslizaba bajo la cabaña y escuchaba con atención al maestro. Fue así como retuvo algunos fragmentos y la forma tan especial de tocar con el arco que los maestros suelen reservarse para ellos mismos. Pero esta situación no duró mucho tiempo: en cuanto Sainte-Colombe se dio cuenta de lo que sucedía, tomó las medidas pertinentes para que su alumno no lo volviera a escuchar». Este texto muestra la gran sencillez del músico, incluso un cierto ascetismo, a pesar de la admiración que pudiese causar a su alrededor. Quizá este hermetismo responda al hecho de que Sainte-Colombe se moviera en un ambiente protestante, como lo demuestran su relación, por ejemplo, con Étienne Bourdet (capitán de fragata expulsado de la marina tras la revocación del Edicto de Nantes en 1685) o una nota que figura en el manuscrito Haag (registro de estado civil de los protestantes de la iglesia de Charenton): «Colombe, que mostraba una conducta muy dudosa ante la religión, 1700».
Titon du Tillet, gracias al cual disponemos de los datos más importantes sobre Sainte-Colombe, cuenta que sus dos hijas «también tocaban la viola, una la viola francesa y la otra el bajo de viola, con lo que formaban un grupo de tres violas junto con su padre». Estas dos jóvenes se llamaban Françoise y Brigitte y se casaron con miembros de familias de artistas protestantes. Rémond de Saint-Mard es el único que en sus Réflexions sur l’opéra habla de «un hijo ilegítimo de Sainte-Colombe, el cual no tenía la imaginación suficiente para mentir». Ahora bien, este hijo, seguramente por su compromiso religioso, se estableció en Inglaterra después de haber estudiado, cómo no, con su padre. El magnífico Tombeau compuesto en su honor, como el de Marin Marais de 1701, le rinde homenaje. Sainte-Colombe hijo gozó de cierto renombre en su país adoptivo. Fue profesor de viola de Grisel Baillie en Edimburgo en 1707 y se le dedicó un concierto el 14 de mayo de 1713 en Londres.
Las seis suites para viola sola de Sainte-Colombe hijo aparecieron en la biblioteca de la catedral de Durham, al norte de Inglaterra, copiadas a principios del siglo XVIII por un canónigo de la catedral llamado Philip Falle. También se halló una obra de carácter teológico firmada por el pastor Henri Auger de Sainte-Colombe, natural de la región francesa de Béarn y miembro de la misma familia que los músicos.
La producción de Sainte-Colombe hijo se inscribe en la literatura de la viola de gamba francesa, ya que el instrumento cayó en desuso en Inglaterra durante esta época, aun cuando el compositor utilizase la viola tradicional de seis cuerdas y no la de siete que se usaba en Francia, cuerda que su padre añadió al instrumento. A diferencia de su padre, Sainte-Colombe hijo escribe para viola sola, sin acompañamiento, siguiendo los nuevos gustos de la época, como lo demuestra la obra de Marais. Dejando a un lado las obras de Sainte-Colombe padre, el hijo recurre –salvo en el Tombeau de la sexta suite– al orden clásico de la suite de danzas que se estilaba a finales del siglo XVII, tanto en la música para clave como en la de cámara.
CATHERINE CESSAC
Traducción: Traduit.com
Bibliografía:
DUNFORD, Jonathan; «Les musiciens français antérieurs à Marin Marais (2)», en L’Écho de la viole, 4, 2000, pág. 2-3.
VAAST, Corinne; «Monsieur de Sainte-Colombe protestant?», en Bulletin de la Société d’Histoire du Protestantisme Français, julio-septiembre 1998, 591-601; «À propos de M. de Sainte-Colombe», en ibid, enero-marzo 1999, pág. 189-191.
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