FRANÇOIS COUPERIN
Les Nations
Jordi Savall
Alia Vox Heritage
21,99€
2 CD
François Couperin nació en 1668, hijo único de Charles Couperin, clavecinista y organista en la vieja iglesia parisina de Saint-Gervais. Desde el siglo XIV esa iglesia siempre había poseído un órgano, e incluso dos en el siglo XVI. El de 1668 (el cuarto) se había construido en 1601 y, tras varias restauraciones y mejoras, seguía siendo uno de los mejores instrumentos del reino. Charles, el padre de François Couperin, tenía dos hermanos, François y Louis, el mayor, músico virtuoso que no tardó en conseguir la plaza de organista en Saint-Gervais y varios cargos en la música del rey. Charles lo sucedió a su muerte, en 1661, como organista en Saint-Gervais; se casó al año siguiente y en 1668 nació su único hijo, el segundo François Couperin de la familia, que se convertiría en El Grande.
François Couperin el Grande
François Couperin nació en 1668, hijo único de Charles Couperin, clavecinista y organista en la vieja iglesia parisina de Saint-Gervais. Desde el siglo XIV esa iglesia siempre había poseído un órgano, e incluso dos en el siglo XVI. El de 1668 (el cuarto) se había construido en 1601 y, tras varias restauraciones y mejoras, seguía siendo uno de los mejores instrumentos del reino. Charles, el padre de François Couperin, tenía dos hermanos, François y Louis, el mayor, músico virtuoso que no tardó en conseguir la plaza de organista en Saint-Gervais y varios cargos en la música del rey. Charles lo sucedió a su muerte, en 1661, como organista en Saint-Gervais; se casó al año siguiente y en 1668 nació su único hijo, el segundo François Couperin de la familia, que se convertiría en El Grande.
Como bien nos cuenta Pierre Citron en su hermoso retrato de François Couperin, «los primeros años del niño se desarrollan en la calle Monceau Saint-Gervais, en la vieja vivienda asignada a los organistas; aunque sería en la iglesia vecina donde pasaría la mayor parte del tiempo. Llevaba en él desde siempre la resonancia del órgano bajo las bóvedas. Su padre le colocó las manos sobre el teclado antes de que supiera hablar; su primer orgullo fue comprender que las solemnes armonías ante las cuales se inclinaba la multitud de fieles en los oficios nacían de las manos paternas. Situado en la tribuna del órgano por encima del sacerdote ante el altar, del predicador en su púlpito, invisible durante el culto, más venerable por cuanto más misterioso, ese padre no podía sino parecerle de una esencia casi divina. En verdad, religión y música fueron una única cosa para el niño; consagrar toda la vida a la música debió de ser su primer acto de fe. Resulta, por lo tanto, lógico que en todo momento su meta fuera ser, como su padre y su tío, organista de Saint-Gervais».
JORDI SAVALL
Budapest / Bellaterra, junio 2018
Traducción: Juan Gabriel López Guix
+ Información en el booklet del CD
Post scriptum. El proyecto de interpretación –con los instrumentos antiguos– de los cuatro «órdenes » que comprenden las sonades y las suites correspondientes nació a principios de la década de 1980. Fue en la época en que enseñaba viola de gamba y música de cámara en la Schola Cantorum Basiliensis de Basilea y colaboraba con diferentes conjuntos pioneros en el redescubrimiento del patrimonio antiguo: el Ensemble Ricercare de Michel Piguet en Zúrich, el English Concert de Trevor Pinnock en Londres; La Petite Bande con Gustav Leonhardt; así como los núcleos de amigos músicos con los cuales realicé a partir de 1975 las grabaciones para EMI Electrola y Astrée; Hopkinson Smith y Ton Koopman, a los cuales se unieron Monica Huggett y Chiara Banchini, dos maravillosas violinistas barrocas, y un excepcional grupo de instrumentos de viento, Stephen Preston (flauta travesera), Michel Henry y Ku Ebbinge (oboe) y Claude Wassmer (fagot). Gracias a esa verdadera «reunión de los gustos» nos fue posible congregar el equipo ideal para la realización de nuestro proyecto; luego vinieron los intensos ensayos, los conciertos y por último la grabación realizada en la sala de los Estados de Lorena del castillo de Fléville-devant-Nancy para el sello Astrée de Michel Bernstein en mayo 1983. Esa semilla daría lugar seis años más tarde a la creación del conjunto Le Concert des Nations con ocasión de los preparativos de los conciertos y la grabación del programa Canticum Beate Virgine de Marc-Antoine Charpentier.
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