MUSICA NOVA

Hespèrion XXI, Jordi Savall

17,99


Puede que todo comenzara en aquellos primeros días del nuevo siglo naciente, puede que en mitad de la oscuridad de una noche de invierno de un esperanzador 1400. Un siglo en el que empezarían a conocerse las maravillosas historias y odiseas de una civilización milenaria de nuevo reencontrada, de unos tiempos antiguos donde los filósofos eran los maestros de sabiduría y humanidad, donde la música en las manos de Orfeo era capaz de amansar las fieras más salvajes. Con tantas novedades y maravillas, no es de extrañar que aquel viejo ministril de cuerda quisiera imaginar un sonido nuevo, más expresivo y más rico, con la idea una nueva música, una musica nova que resultaría de fusionar en un único instrumento el canto amoroso de la antigua fídula de arco, el rebab o el rabel trovadoresco y las dulces pulsaciones del viejo laúd morisco, portador de hermosas armonías y ritmos llenos de alegría, un instrumento reemplazado más tarde por la vihuela de mano después de las sucesivas expulsiones de los judíos en 1492 y de los moriscos en 1609.

“this is an immensely enjoyable listen, its music both ravishing and substantial in the hands of these experienced performers. Savall makes no attempt to hide that they have recorded most of its music before, instead identifying the project as an excuse to celebrate over 50 years of working with it. Thus the best way to consume it is to sit back, treat it as the concert it once was and revel in the sound of viols, lute and percussion played with beauty and wisdom, and in perfect balance.”

Lindsay Kemp – Gramophone, November 2018


Un nuevo instrumento para una nueva música

 

ORÍGENES

Puede que todo comenzara en aquellos primeros días del nuevo siglo naciente, puede que en mitad de la oscuridad de una noche de invierno de un esperanzador 1400. Un siglo en el que empezarían a conocerse las maravillosas historias y odiseas de una civilización milenaria de nuevo reencontrada, de unos tiempos antiguos donde los filósofos eran los maestros de sabiduría y humanidad, donde la música en las manos de Orfeo era capaz de amansar las fieras más salvajes. Con tantas novedades y maravillas, no es de extrañar que aquel viejo ministril de cuerda quisiera imaginar un sonido nuevo, más expresivo y más rico, con la idea una nueva música, una musica nova que resultaría de fusionar en un único instrumento el canto amoroso de la antigua fídula de arco, el rebab o el rabel trovadoresco y las dulces pulsaciones del viejo laúd morisco, portador de hermosas armonías y ritmos llenos de alegría, un instrumento reemplazado más tarde por la vihuela de mano después de las sucesivas expulsiones de los judíos en 1492 y de los moriscos en 1609.

 

Nos encontramos en los albores de una nueva etapa de la civilización europea, que deja atrás la vieja Edad Media y que gracias al descubrimiento de la antigua civilización griega empieza a dar vida a un mundo nuevo lleno de ideales y esperanza, belleza y creatividad, descubrimientos y conflictos, sabiduría y fanatismo, un mundo que, en definitiva, intenta situar al hombre en el centro de la vida.

 

NACE LA VIOLA DE ARCO

Y en ese momento nace ese nuevo instrumento de arco: la viola da gamba, viola de arco o vihuela de arco, a cuyo nombre tenemos que añadir la marca del nuevo período, «viola renacentista». Como el laúd renacentista, ese nuevo instrumento tiene seis cuerdas, afinadas en cuartas, tercera y cuartas, y tiene también siete trastes que dividen la quinta en semitonos y permiten a cada nota conservar y proyectar su resonancia natural.

 

Como demuestra Ian Woodfield en su libro The Early History of the Viol (Cambridge University Press, 1984), en territorio valenciano quedaron eternizadas las primeras imágenes de ese nuevo instrumento en los últimos años del siglo XV. Las primeras pinturas de ese nuevo instrumento, se realizan hacia 1480 y podemos contemplarlas en las iglesias de San Félix en Játiva y San Esteban de Valencia, así como en otras imágenes de principios del siglo XVI, como en la pintura anónima de escuela valenciana o mallorquina expuesta en el Museo de Bellas Artes de Valencia que representa la Coronación de la Virgen o en la Dormición de la Virgen, también de escuela valenciana y conservada en el Museo de Bellas Artes de Barcelona.

 

EL CONJUNTO DE VIOLAS

La otra novedad en la creación del nuevo instrumento fue imaginarlo imitando las diferentes voces humanas, es decir, haciéndolo en los diferentes tamaños correspondientes a las respectivas tesituras de esas voces humanas, como soprano, alto, tenor y bajo. Nace así el consort of viols, o conjunto de violas, una de las formaciones fundamentales de la música de cámara del Renacimiento y del primer Barroco del siglo XVII. Como sucede con la invención del instrumento, las primeras creaciones musicales para ese nuevo conjunto deben situarse en torno a las actividades musicales de los reyes de la corona catalanoaragonesa, empezando por Alfonso el Magnánimo, que tras la conquista de Nápoles en 1442 establece allí la corte y crea la primera Academia de las Artes, y muy pronto tras él, en la corte valenciana, por Germana de Foix, hermana de Luis XII de Francia, segunda mujer de Fernando el Católico (1505-1516) y casada de nuevo en 1526 con Fernando de Aragón, duque de Calabria (Andria, Apulia, 1488-Valencia, 1550), aristócrata de sangre real y origen napolitano que desempeñó un importante papel en la política mediterránea de la corona catalanoaragonesa a principios del siglo XVI y llegó a ser virrey en Valencia junto con su mujer.

 

No menos importante fue la aportación de la ciudad de Venecia, verdadera Porta d’Oriente que se mantuvo durante más de dos siglos como uno de los centros más activos de creación y edición musical de toda Europa.

 

LA NUEVA MÚSICA

En el repertorio instrumental, poco después de experimentar la interpretación de las canciones vocales con los instrumentos, enseguida se pasa a componer y editar obras especialmente dedicadas a ser tocadas por el órgano, el laúd, las violas y todo tipo de altri strumenti, como puede leerse en numerosas ediciones de la época y concretamente en el prefacio de la colección Musica nova de piezas instrumentales publicada en 1540 en Venecia, de donde hemos escogido el hermoso Ricercare XIV de Girolamo Parabosco sobre la antífona Da pacem expuesta como cantus firmus en la voz de tenor y presente también en las otras diferentes voces. Justamente ese título nos ha inspirado la idea y el contenido de esta grabación. Nacen entonces como «nuevas músicas» las Canzone per sonare, al mismo tiempo que el desarrollo de los nuevos parámetros armónicos y rítmicos en la música de danza, y las complejidades contrapuntísticas en las obras polifónicas (fantasías, In nomines, tientos, canzoni, etcétera) encuentran en el conjunto homogéneo del consort de violas el instrumento ideal para producir la mejor música da camera, aquella en la cual todas las voces se equilibran armoniosamente entre sí sin que ninguna se imponga a las demás.

 

La práctica musical privada y social con esos instrumentos se extiende muy deprisa en los círculos burgueses y cortesanos en la mayoría de los países europeos como Italia, Francia, Flandes, Castilla, Aragón y Cataluña, y especialmente Alemania y la Inglaterra de la época isabelina y jacobita (hasta el final de los años de la Commonwealth y la Restauración). En este último país encontramos los compositores más creativos (Christopher Tye, William Byrd, Thomas Tallis, John Dowland, John Jenkins, William Lawes, Henry Purcell, etcétera) y es ahí donde al mismo tiempo adquieren gran popularidad la viola de gamba y el conjunto de violas. Hasta el punto de que entre los años 1550 y 1650, durante un almuerzo o una cena de ciertos círculos aristocráticos o burgueses británicos, no saber tocar la viola podía ser motivo de descortesía grave, ya que era muy probable que tras la comida el invitado recibiera una viola con la que tocar una de las voces en el consort que necesariamente se constituía para celebrar con consort songs, danzas, In nomines o fantasías el final de una alegre reunión. Recordemos que esa «época dorada» del conjunto de violas concluye a finales del siglo XVII con las fabulosas Fantasias for the Viols de 1680, para conjuntos de 4, 5, 6 y 7 violas de un joven Henry Purcell de 21 años (ALIA VOX 9859).

 

INVESTIGACIONES Y PRIMERAS GRABACIONES: 1966-1973

La presente grabación presenta un florilegio de las músicas más representativas de ese repertorio musical, una Musica Nova evocadora de una ideal Armonía de las Naciones que, como podemos comprobar, se desarrolla en el seno de una auténtica Europa Musical ante litteram. Un repertorio que empecé a practicar –hace más de cincuenta años– con el conjunto Ars Musicæ de Barcelona dirigido por el maestro Enric Gispert, durante los años 1966-1967 (grabaciones: La música a Catalunya del Romànic al Renaixement en 1966 y Songs of Andalusia: Music from the Middle Ages and Renaissance con HMV (His Master’s Voice) en 1967, con la soprano Victoria de los Ángeles), después entre 1968 y 1970 en la Schola Cantorum Basiliensis bajo la dirección de mi profesor el doctor August Wenzinger y, a partir de 1971, con el conjunto Ricercar de Michel Piguet (grabaciones: Die Instrumentalvariation in der Spanischen Renaissancemusik y Praetorius–Terpsichore con EMI en 1973, Danses et musiques de la Renaissance italienne con Erato Records en 1975).

 

HESPÈRION XX: 1973-1999

Con la creación de HESPÈRION XX en 1973 y, al mismo tiempo, el inicio de docencia como profesor titular de viola de gamba y música de cámara en la Schola Cantorum Basiliensis (en Basilea, Suiza), comienza una nueva y fructífera etapa en la que podemos desarrollar un importante trabajo de investigación, interpretación y grabaciones sobre ese repertorio gracias a la incorporación en el nuevo conjunto de violas de mis primeros discípulos más talentosos, como Christophe Coin, Pere Ros, Paolo Pandolfo, Lorenz Duftschmid, Sergi Casademunt, Imke David, Eunice Brandão, Sophie Watillon, a los cuales se añaden en los grandes proyectos (las Fantasias de Purcell, por ejemplo) otros especialistas como Wieland Kuijken, Philippe Pierlot y Marianne Müller. De esta forma, podemos preparar todos los años nuevas producciones que presentamos en conciertos y luego grabamos en discos, gracias al interés y la fiel colaboración, desde 1976, de importantes productores internacionales:

 

Gerd Berg de la productora EMI Electrola (Alemania) con el cual grabamos: Weltliche Musik im christlichen und jüdischen Spanien (1450-1550) en 1976; Canciones y danzas de España, Songs and Dances from the Time of Cervantes (1547-1616) en 1977; Samuel Scheidt: Ludi Musici en 1978; El Barroco español. Tonos humanos & Instrumental music (c. 1640-1700) en 1978; Giovanni Gabrieli / Giuseppe Guami: Canzoni da sonare en 1979; Renaissance Music from the Neapolitan Court (1442) en 1984; William Brade: Consort Music en 1983, Deutsche Harmonia Mundi; Antonio de Cabezón: Spanische Instrumentalmusik zur Zeit Karl V, EMI, en 1985.

 

Alfred Krings de la producción de la WDR (West Deutsche Runfunk) con el “Tonmeister” Thomas Gallia. Editados por Deutsche Harmonia Mundi. William Brade: Consort Music el 1983; Johann Hermann Schein: Banchetto musicale en 1986, Andreas Hammerschmidt: Vier Suiten aus “Erster Fleiss” en 1986.

 

Michel Bernstein de la productora Astrée/Auvidis, Francia (Louis Bricard) con Thomas Gallia (ingeniero de sonido): Musicque de Ioye (1550) en 1978; Orlando Gibbons: Fantaisies royales en 1980; John Coprario: Consort Musicke en 1980; Orlando di Lasso: Sacræ Cantiones
en 1981; Eustache du Caurroy: XXIII Fantasies en 1983; Johann Sebastian Bach: Die Kunst der Fuge en 1986; John Dowland: Lachrimæ or Seven Teares (1604) en 1988; Christopher Tye: Lawdes Deo, Complete Consort Musicke
en 1989; Johann Rosenmüller: Sonata da Camera e Sinfonie en 1989; Diego Ortiz: Recercadas del Trattado de Glosas (1535) en 1990.

 

Nicolas Bartholomée y Manuel Mohino por Astrée/Auvidis: John Jenkins: Consort Music in Six Parts en 1990; Matthew Locke: Consort of Fower Parts en 1994; Luis de Milán: Fantasies, Pavanes & Gallardes, en 1995; Henry Purcell: Fantasias for the Viols
en 1995; Samuel Scheidt: Ludi Musici II en 1997.

 

Nicolas Bartholomée por Alia Vox con HESPÈRION XX a partir de 1997: Cabanilles (1644-1712): Batalles, Tientos & Passacalles en 1997; Elizabethan Consort Music, 1558-1603 en 1998.

 

HESPÈRION XXI: 2000-2018.

Grabaciones realizadas para Alia Vox por Nicolas Bartholomée: Anthony Holborne: The Teares of the Muses (1599) en el 2000; William Lawes: Consort Sets in Five & Six Parts en el 2002; Alfonso Ferrabosco, el Joven: Consort Music to the Viols in 4, 5 & 6 parts en el 2003.

Grabaciones realizadas para Alia Vox por Manuel Mohino: Lachrimæ Caravaggio en el 2007; Henry Purcell: Fantasias for the Viols (1680) reedición del 2008, Ministriles Reales. Música instrumental de los Siglos de Oro. Del Renacimiento al Barroco 1450-1690 en el 2009; John Dowland: Lachrimæ or Seven Teares reedición del 2013.

 

Finalmente, después de más de cincuenta años de frecuentar de modo ininterrumpido con conciertos y grabaciones este fascinante patrimonio, hemos querido reunir en este CD una selección de los mejores ejemplos de obras de los siglos XVI y XVII dedicadas al conjunto de violas o de obras conservadas en la versión de tecla (como es el caso de las obras de Joan Cabanilles, Pedro de Araujo y Pedro de San Lorenzo), pero susceptibles de ser interpretadas por esos instrumentos. Queremos ofrecer de este modo un homenaje muy especial a todas esas maravillosas músicas que tanto han contribuido al desarrollo de una dimensión musical poética y expresiva, fantasías, In nomines, caprichos, ricercari, sonatas, consonancias, folías y lágrimas, imaginadas por los grandes maestros del Renacimiento y el Barroco. Y ello poniendo de manifiesto también una Europa musicalmente diversa y dialogante, que hacía posible que los músicos viajaran con plena libertad, puesto que vemos a músicos españoles (Diego Ortiz) y catalanes (Joan Arañés) en Italia, italianos en Inglaterra (Innocenzio Alberti), ingleses en Italia (John Cooper, que se cambia el nombre por Giovanni Cooperario tras su estancia en Italia), alemanes en Venecia (Johann Rosenmüller), ingleses en Alemania (William Brade) y Dinamarca (John Dowland), franceses en Italia (Marc-Antoine Charpentier), italianos en Francia (Luigi Rossi, Jean-Baptiste Lully). Se trata de la Europa cultural que muestra su mejor cara, la que hace posible compartir las ideas y la belleza, e intercambiarlas con libertad, gracias a la creatividad de un arte siempre inspirador e innovador, propuesto y defendido por sus mejores artistas.

 

LA EMOCIÓN Y LA ALEGRÍA DE LAS LÁGRIMAS

Si en algunos momentos, el son melancólico del conjunto de violas parece dominar el espíritu alegre y rítmico de las danzas, recordemos que es para captar mejor la dulce expresividad de los afectos humanos, unas emociones que como nos recuerda John Dowland pueden parecer contradictorias. El gran «Orfeo» inglés (Anglorum Orpheus) nos dice en el preludio de sus Lachrimæ or Seven Teares de 1604 que «pese a que el título prometa lágrimas…  no cabe duda de que las vertidas por la música también placen y que las lágrimas no siempre nacen de la pena sino a veces también de la alegría y la felicidad».

 

JORDI SAVALL

Viena y Bellaterra

Enero y febrero del 2018

 

Traducción: Juan Gabriel López Guix

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