ELKANO
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Para los que hemos tenido la suerte de poder viajar en el espacio-tiempo con Jordi Savall formando parte de sus ensambles y aprendiendo en cada uno de sus proyectos, el presentar un nuevo programa teniendo la figura del vasco universal Juan Sebastian Elkano como capitán de un viaje musical a través del mundo y su tiempo no nos es un trabajo tan ajeno. Las pautas están marcadas, el principio es simple, la música es el lenguaje universal por antonomasia que desde antaño ha unido pueblos remotos y los sigue uniendo. La misma persona que partió hace 500 años en una expedición al mando de la Corona de Castilla y capitaneada por Fernando de Magallanes en busca de la Especiería, que dio la vuelta a toda la esfera terrestre marcando así un hito en la historia universal y que a día de hoy es desconocido en gran parte del mundo viene a abrirnos una mirada al pasado para el disfrute y comprensión del presente.
Redescubriendo a Elkano
Para los que hemos tenido la suerte de poder viajar en el espacio-tiempo con Jordi Savall formando parte de sus ensambles y aprendiendo en cada uno de sus proyectos, el presentar un nuevo programa teniendo la figura del vasco universal Juan Sebastian Elkano como capitán de un viaje musical a través del mundo y su tiempo no nos es un trabajo tan ajeno. Las pautas están marcadas, el principio es simple, la música es el lenguaje universal por antonomasia que desde antaño ha unido pueblos remotos y los sigue uniendo. La misma persona que partió hace 500 años en una expedición al mando de la Corona de Castilla y capitaneada por Fernando de Magallanes en busca de la Especiería, que dio la vuelta a toda la esfera terrestre marcando así un hito en la historia universal y que a día de hoy es desconocido en gran parte del mundo viene a abrirnos una mirada al pasado para el disfrute y comprensión del presente.
La cultura marítima vasca de la que es hijo Elkano, nos ha llevado a ponernos en contacto con otros pueblos desde tiempos pretéritos y por ende con sus cantos, danzas y músicas. La huella dejada en el norte peninsular en el primer milenio de nuestra era por pueblos helenos venidos del este, celtas y vikingos del norte de Europa, es difícil de rastrear, pero compartimos con esas naciones con las que nos hemos relacionado a través del mar, instrumentos, temas alegóricos y formas musicales. Como muchos otros pueblos, los vascos hemos sido además de paganos, judíos, musulmanes, cristianos… y todos estos estadios religiosos han dejado su huella perfilando lo que somos actualmente. La ubicación de Euskal Herria como puerta real de Al-Ándalus a Europa y viceversa, además de ser paso obligado del camino de Santiago, atrajo muy diversas culturas, lo que propició desde antaño la convivencia de diferentes mundos. Tudela, por ejemplo, fue cuna y sede de los más importantes escritores musulmanes y judíos; además de un núcleo comercial y de fabricación naviera importante durante los siglos XII al XV, ya que en esa época el río Ebro era navegable hasta su desembocadura. Es, por lo tanto, muy importante estudiar y observar en la actualidad esas culturas y sus tradiciones para reconocernos en gran medida en ellas, comunicarnos de tú a tú y disfrutar además con todo ello.
Uno de los cambios más importantes del paso del medievo al período renacentista que vivió Elkano fue el traslado del predominio comercial y cultural del eje mediterráneo al atlántico, que se convirtió así en el epicentro de los viajes transoceánicos y las rutas comerciales. Los vascos tuvieron un papel decisivo en esa nueva concepción del mundo, la caza de la ballena de la que fueron maestros y pioneros, les obligó a desarrollar una ingeniería naval pionera y una industria manufacturera que les llevó a surcar los océanos logrando las mayores audacias marítimas jamás conocida. Entablaron relaciones comerciales con pueblos de otros continentes, como las primeras naciones de Norteamérica o los habitantes de Islandia y Suecia. La historia del pueblo vasco y el camino hacia la primera globalización que supuso la primera vuelta al mundo están por lo tanto unidos a esa historia naval y marítima centenaria. Esa primera globalización mundial, que presentaba desafíos similares a los actuales, desató una guerra por dominar el mundo; en algunos casos, lejos de tomar conciencia global, enfatizó las singularidades ante el peligro de la desaparición de lo personal y genuino en pro de lo global.
No hay que olvidar que en esa época el sometimiento de la realidad a la voluntad del dominium mundi, sufre un cambio cualitativo: el ser humano, en tanto en cuanto era creación de Dios, pasa a tomar la palabra en su propósito de conocimiento y aventura, avanzando decisivamente en su cometido intelectual. Así, por ejemplo, el espacio marítimo, cuya percepción renacentista trascendía la cosmovisión medieval del temor a lo desconocido como demoníaco, encierra misterios que la experiencia náutica puede superar y que supera de facto.
Por otro lado, las músicas e instrumentos que podemos encontrar en sitios remotos, como Indonesia, nos hablan con clarividencia de la interacción humana, consecuencia de los contactos tan intensos que se desarrollaron desde el Renacimiento, de la influencia de las músicas e instrumentos llevados allende los mares por miles de navegantes y por esclavos que, de manera forzada e inhumana, fueron llevados de unos continentes a otros y para quienes la música y la danza fueron una manera de subsistir entre tanta injusticia.
Así pues, Euskal Barrokensemble vuelve aquí a su génesis como grupo de música, contando nuestra historia en primera persona y recordando por medio de la efeméride de la primera vuelta al mundo que esa conexión global que evidenció Juan Sebastian Elkano es la esencia de nuestra personalidad plural como seres humanos.
VIVI FELICE.
MIREN ZEBERIO Y ENRIKE SOLINÍS
Tolosa, diciembre de 2018
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