JOSEPH HAYDN – La Création
Jordi Savall, La Capella Reial de Catalunya, Le Concert des Nations
25,99€
ALIA VOX
AVSA9945
CD1 : 54’18
CD2 : 49’00
Die Schöpfung
The Creation · La Création
Ein Oratorium in Musik gesetzt von
JOSEPH HAYDN
Libretto von Gottfried van Swieten nach Dem verlorenen Paradies von John Milton
Uraufführung: Wien, 1798 (Hob. XXI: 2)
CD1
1-15. ERSTER TEIL 36’20
16-20. ZWEITER TEIL 17’58
CD2
1-7. ZWEITER TEIL (suite) 20’20
8-13. DRITTER TEIL 28’40
SOLISTES
Gabriel & Ève : Yeree Suh soprano
Uriel : Tilman Lichdi ténor
Raphaël & Adam : Matthias Winckhler baryton
LA CAPELLA REIAL DE CATALUNYA
Préparation de l’ensemble vocal : Lluís Vilamajó
LE CONCERT DES NATIONS
Manfredo Kraemer concertino
Direction : Jordi Savall
Enregistrement réalisé du 5 au 7 mai 2021
à la Collégiale du Château de Cardona (Catalogne)
par Manuel Mohino
Montage et mastering SACD : Manuel Mohino
TEXTES EN FRANÇAIS, ENGLISH, CASTELLANO, CATALÀ, DEUTSCH, ITALIANO
Joseph Haydn & La Creación
Mi interés y mi fascinación por la obra de Joseph Haydn se remontan a los años 1960-1964, en la finalización de mis estudios musicales y de violonchelo en el Conservatorio Superior de Barcelona, período en el que tuve ocasión de descubrir y estudiar algunos de sus cuartetos más hermosos. En esa época, dos partituras de bolsillo especiales me acompañaron siempre en la senda del aprendizaje de las formas musicales y el descubrimiento fascinante de las grandes obras maestras de la creación musical: una era El arte de la fuga de J. S. Bach, y la otra, Las siete últimas palabras de Cristo en la cruz de J. Haydn. Dos obras maravillosas que pude grabar al cabo de un tiempo para el sello ASTRÉE, algunos años después de haber podido crear y preparar los conjuntos musicales apropiados. El arte de la fuga fue grabado en marzo de 1986 con 4 solistas de instrumentos de viento y 4 violas de gamba del conjunto HESPÈRION XX tras un año de conciertos por toda Europa celebrando los 300 años del nacimiento de Bach. Cuatro años más tarde, en diciembre de 1990, siguió la grabación de Las siete últimas palabras de Cristo en la cruz de J. Haydn, a los dos años de la creación de la orquesta LE CONCERT DES NATIONS. Esta última obra me impresiona tanto que sentí un gran deseo de «revisitarla» 16 años más tarde, en octubre de 2006, e interpretarla en el Oratorio de la Santa Cueva en Cádiz, el lugar donde había sido encargada e interpretada por primera vez durante la Semana Santa de 1787.
El siguiente objetivo era abordar la interpretación de La Creación, una de las últimas grandes obras maestras de Haydn, con nuestra orquesta LE CONCERT DES NATIONS y utilizando instrumentos de época. Volví a esperar hasta tener (gracias al trabajo realizado en nuestras Academias Profesionales) el coro de LA CAPELLA REIAL DE CATALUNYA, un hermoso conjunto de voces especializado en el estilo de ese período y capaz igualmente de cantar bien en alemán. Quince años después de la grabación de Cádiz alcanzamos este nuevo objetivo, esta nueva Creación que tenemos el inmenso placer de presentar aquí.
Recordemos brevemente algunos rasgos de la vida de Joseph Haydn (1732-1809). Compositor austriaco, procede tanto por parte de padre como de madre de campesinos o artesanos originarios del pueblo de Rohrau y establecidos en esa región desde varias generaciones atrás. Se trata de un territorio esencialmente limítrofe y encrucijada de elementos étnicos austriacos, húngaros y eslavos (croatas, sobre todo). No resulta sorprendente, por lo tanto, que la música de esos diversos pueblos haya dejado huellas en el arte de Haydn.
Tras una breve visita a Hainburg, no lejos de su pueblo natal, Haydn realizó una primera estancia de una decena de años en Viena, recibiendo algunas lecciones en calidad de niño de coro, antes de pasar otros diez más durante los cuales llevó una existencia de artista independiente, adquirió la práctica de su oficio y se impregnó por todos los poros de su ser de toda la música que pudo. Como tan bien nos recuerda Jens Peter Larsen, fue a partir de 1760 (tenía 28 años) y durante muchos años maestro de capilla al servicio de los príncipes Esterházy, en Eisenstadt y luego en Eszterháza, cerca de la frontera austrohúngara. Fueron años de actividad fecunda, como él mismo reconoció más adelante: «El príncipe estaba satisfecho con todos mis trabajos, recibía su aprobación; colocado al frente de una orquesta, podía entregarme a pruebas, observar lo que provoca un efecto o lo atenúa y, a continuación, corregir, añadir, suprimir, en una palabra: osar; aislado del mundo, no tenía al lado a nadie que pudiera hacerme dudar de mí, así que estaba obligado a ser original».
Tras la muerte del príncipe Nicolas Esterházy en 1790, se vio casi totalmente liberado de sus funciones oficiales y pudo llevar a cabo en el curso de los años siguientes dos grandes giras de conciertos en Inglaterra que reforzaron mucho su gloria europea. Principal representante, junto con Mozart, del «clasicismo vienés» durante la segunda mitad del siglo XVIII, se convirtió en uno de los compositores universalmente conocidos; en la evolución de la música europea, su posición se caracteriza por el hecho de que crece durante los últimos años de la época barroca, y hacia 1750 participó en la eclosión del clasicismo vienés hasta el umbral del romanticismo que irrumpió justo después de 1800.
Haydn compuso La Creación en 1796-1798 y la presentó en privado el 30 abril de 1798 y luego en público en 1799. No entraré demasiado en los detalles de la obra: están magistralmente explicados y comentados en el texto que editamos, escrito por Marc Vignal, gran especialista en Haydn. Quisiera sólo recordar que el comienzo de la obra causó una gran sensación en su estreno; Haydn se lo esperaba y parece haber preservado celosamente su secreto hasta el estreno general. El caso es que los 60 compases de introducción Largo titulados «La representación del caos» se referían a una tradición musical bastante antigua, como afirma Carl de Nys, «muy fielmente cultivada por los compositores pertenecientes a la francmasonería, como El Caos de Jean-Féry Rebel en su ballet Los Elementos de 1737» (obra que grabamos en 2015, ALIA VOX, Ref. AVSA9914).
Con ocasión del memorable concierto del 27 de marzo de 1808, al cual el anciano maestro asistió llevado en un sillón, en el momento de los plausos frenéticos que seguía desencadenando el pasaje que concluía con los ff tras el Caos, la introducción del recitativo de Rafael y la entrada del coro con su impresionante sucesión de pp y ff, Haydn, con los ojos embargados por las lágrimas, señaló el cielo con la mano y dijo: «Viene de ahí». Semejante afirmación es la prueba más sincera de su íntima creencia, una creencia que Haydn conservó profundamente, también durante la composición de La Creación, puesto que confesó «que, mientras trabajaba en ella, había sentido un fervor religioso muy particular». No obstante, la obra también está inspirada por la espiritualidad de las logias masónicas vienesas de la época; y coincidimos del todo con Carl de Nys, quien afirma que «se trata sobre todo el primer oratorio profano en la medida en que su mensaje se dirige a todos los hombres, exactamente igual que La flauta mágica en el plano lírico y mucho antes del Finale de la Novena sinfonía de Beethoven».
JORDI SAVALL
Bellaterra, 1 septiembre 2021
Traducción: Juan Gabriel López Guix
Críticas
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